El mercado de coches de segunda mano es una de las opciones a tener en cuenta si quieres ahorrar en la compra de un coche. Encontrarás vehículos de todas las gamas y modelos y, por suerte, encontraras cientos de concesionarios que los ofertan, con lo que no tendrás problema a la hora de localizar el coche que más se adapte a tus necesidades.

Por supuesto, también puedes optar por realizar la compra a un particular. En ese caso deberás extremar las precauciones pues no obtendrás el mismo periodo de garantía que en un concesionario. Sea como sea, tanto particular como concesionario tienen sus pros y sus contras.

Además, no debe preocuparte si no cuentas con el dinero ahorrado para pagar el coche. Siempre puedes hacer frente al costo del mismo solicitando mini créditos personales que, en pocas horas harán que el dinero esté en tu poder.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano

1. Lo primero que debes tener en cuenta es que el coche en cuestión cubra tus necesidades.
2. Decidir si la compra la realizarás en un concesionario o a través de un particular. La segunda opción suele ser la más económica pero, a la vez, es la que con mayor precaución debes tener en cuenta. Los coches de segunda mano de concesionario ya han sido revisados por mecánicos y ofrecen una serie de garantías que los particulares no tienen por qué hacer frente. Si optas por la compra entre particulares, asegúrate con ayuda de un mecánico o amigo entendido en la materia que el coche que quieres comprar está en perfectas condiciones.
3. Entre particulares también se puede ahorrar en la compra de un coche y los puntos básicos a revisar del vehículo son:
   1. El estado de los neumáticos.
   2. El interior del vehículo.
   3. Correcto funcionamiento del aire acondicionado y climatizadores
   4. Correcto funcionamiento de luces, intermitentes y salpicadero (sin testigos encendidos).
   5. Nivel y estado del aceite y el agua.
   6. Estado de la chapa y pintura.
   7. Permite que el vendedor te de un paseo con el coche y presta atención a sus ruidos por si detectas alguna avería. Una vez hecho esto pídele que te deje conducir a ti para cerciorarte del buen estado de frenos, embrague y acelerador.
   8. En caso de duda, solicita al vendedor que te permita llevar el coche a un mecánico de confianza para que le eche un vistazo.
4. Asegúrate que el coche está libre de cargas, tiene el seguro al día y que haya pasado la ITV.

Si, una vez examinado el vehículo, estás conforme con el precio o lo has negociado, es el momento de dar el paso y hacerte con él. Realiza un contrato de compra-venta en el que figure la firma de ambas partes y la fecha de compra. Así evitarás que multas anteriores sean cargadas a tu nombre.

Recuerda que siempre puedes contar con mini créditos personales para hacer los últimos arreglillos para que tu nuevo coche esté a punto.