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RENTA FIJA

Por renta fija se conoce al conjunto de activos financieros en los que una vez se han comprado se puede conocer cuál es la cantidad de dinero que estos van a remunerar a su tenedor (siempre y cuando no los venda antes del vencimiento), pues en las condiciones de contratación queda estipulado el precio al que se compran y el capital más los intereses que darán cuando finalice su periodo de vida. Los ejemplos más conocidos de renta fija son las letras, bonos y obligaciones del Estado. Una persona que adquiere un bono paga una cantidad estipulada (una cantidad que oscila en torno a los 1.000 euros de valor nominal del bono) y durante el periodo de vida que dure dicho activo se le van pagando unas cuotas periódicas en forma de cupones y al final de la vida de dicho bono se devuelven capital inicial invertido. El conocer el cupón y la rentabilidad del bono nos permite estimar cual será la rentabilidad total que nos remunerará ese activo siempre y cuando aguantemos con él hasta el vencimiento, siempre y cuando no se produzca un default por parte del emisor de la deuda. Si el inversor decide desprenderse el bono antes de su vencimiento ahí se verá más afectado por los avatares de los mercados bursátiles pues el precio de la cotización oscila en función de la oferta y la demanda.

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