Las tarjetas de crédito son un tipo de tarjetas que nos permiten realizar nuestros pagos como si tuviéramos a nuestra disposición una línea de crédito a nuestra disposición por parte de nuestro banco. De hecho, es bastante habitual que para que se nos conceda una tarjeta de crédito es bastante habitual que el banco previamente estudie nuestra solvencia. Esto es la capacidad del solicitante de hacer frente al pago de las deudas que posiblemente pudiera contrae en el uso de dicha tarjeta de crédito. Precisamente uno de los requisitos que los bancos tienen más en cuenta a la hora de conceder las tarjetas de crédito ordinarias es que el solicitante disponga de una fuente de ingresos periódica, generalmente una nómina.
¿Significa eso que una persona que no cuente con una nómina o con otro tipo de fuente de ingresos queda absolutamente excluida de poder tener a su disposición una tarjeta de crédito? Nada más lejos de la realidad. Existen un tipo concreto de tarjetas de crédito sin nómina pensadas para este tipo de perfil de clientes que te describimos a continuación.
Existen un tipo de tarjetas de crédito “gratuitas” que permiten poder disponer de ellas sin necesidad de contar con una nómina, siempre y cuando no se tengan deudas pendientes de pago o se esté registrado en un fichero de morosos. Eso sí, lo habitual es que los intereses que cobren por su uso sean mayores (a mayor riesgo que asuma la entidad dando esa tarjeta, exigirá un mayor interés) que el de las tarjetas de crédito convencionales y que exigen que hagamos una determinada cantidad de gasto mensual superior al de las tarjetas de crédito comunes.
Conviene recordar un poco cómo funcionan las tarjetas de crédito. Con una tarjeta de crédito puedes efectuar pagos incluso agotando el saldo de tu cuenta corriente. Así, te permiten pagar a plazos y hacer tus compras sin necesidad de desembolsar el total del pago. Este uso no sale gratis. La tarjeta de crédito cobra unos intereses al titular, al retirar dinero o al fraccionar los pagos. El crédito puede devolverse de tres formas: bien a fin de mes en un día establecido del mes siguiente al que se efectúa la compra, mediante un porcentaje que todos los meses debemos desembolsar o una cuota fija.
Hay un problema con todo esto y un riesgo a tener en cuenta con este tipo de tarjetas. Si eres una persona que no posees una fuerte regular de ingresos y estás haciendo un uso de una tarjeta que te exige unos altos intereses de reembolso por su uso y tener que hacer unos consumos fijos cada mes, es importante que hagas un uso muy cuidadoso y responsable de ellas. Pues es bastante probable verse atrapado en una espiral de deudas si se hace un uso imprudente de este tipo de tarjetas.
Las tarjetas de crédito son nómina pueden ser de las pocas fuentes de financiación a las que pueden acceder aquellas personas que carecen de nómina, o de otro tipo de ingresos periódicos. Sin embargo, entrañan sus riesgos. Otras opciones menos arriesgadas son las que se ofrecen desde Viaconto en forma de préstamos rápidos online. Desde Viaconto ofrecemos unas alternativas de inversión absolutamente transparentes que se pueden ver en nuestros simuladores y consultando con nuestro equipo humano las dudas que se tengan. Por otra parte, el endeudamiento excesivo con Viaconto o es posible pues hasta que no se ha devuelto uno de los créditos anteriormente solicitados no se puede pedir otro, con lo que no hay posibilidad de acumular volúmenes inasumibles de deuda con nosotros. Por otra parte, el proceso de solicitud de nuestros créditos es absolutamente fácil de realizar y fácil de implementar. ¿Tienes una necesidad urgente de liquidez? Viaconto es tu solución.
Tarjetas de crédito con ASNEF no existen propiamente dichas, pero existen ciertos productos o mecanismos similares te los contamos.
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